domingo, 3 de julio de 2011

Nativos digitales, ¿nativos digitales?

Dentro del tema sobre el que estamos trabajando, intercambiando, aprendiendo, circulan ciertas nociones que muchas veces repetimos (me parece) sin la necesaria problematización acerca de qué significan. Considero que una de ellas es "nativo digital". Por dicha noción se entiende que las personas nacidas en esta época poseerían ciertas aptitudes naturales que los hacen más propensos a sentirse atraídos por las tecnologías y medios digitales y a usarlos de manera significativa.

Pienso que este tipo de nociones presentan simplificaciones de temáticas amplias y complejas que es necesario repensar. Si bien los jóvenes de esta época crecen y se socializan a partir del uso de tecnologías y medios, y si es pensable que este tipo de tecnologías tengan ciertas características que las hacen particularmente atractivas (el peso de la imagen y el sonido, la posibilidad de una recorrida veloz y que rompe la linealidad de la escritura, la inmersión, la sensación de participación); no por ello puede hablarse de toda una generación de nativos digitales. Hacerlo sería suponer que todos y cada uno de los jóvenes que nace en este momento desarrollará las mismas aptitudes frente a las tecnologías y medios. Por el contrario, se saltean fuertes condicionamientos que afectan la homogeneidad de ese tipo de conceptos. 

Al hablar de condicionamientos pienso en las restricciones al acceso de parte de ciertos sectores sociales que por carencia económica no tienen la capacidad de acceder a dichas tecnologías. Y, aunque la disminución en los costos de dichos productos ponga al alcance de una mayor número de usuarios dichas tecnologías, continúan existiendo ciertas barreras que impiden pensar en un entidad homogénea que relacione una franja de edad con cierto uso de las tecnologías. Pienso en barreras sociales y culturales relacionadas al tipo de uso que puedan hacer de ella miles de jóvenes y entonces me surge la necesidad de poner en cuestión aquella idea de nativo digital. 

La escuela puede ser entonces un espacio donde se desarrollen capacidades y usos de las TIC que tienda a igualar las diferencias que surgen de un modelo social y cultural donde las inmensas mayorías ocupan el lugar de meros usuarios consumidores. Ahí reside -creo-uno de los grandes desafíos de la época y al que, en tato docentes, deberíamos asumir y encarar. Para intentar comprender cómo hacerlo es un poco por lo que me tienen aquí participando.

1 comentario:

  1. muy de acuerdo con tu post. yo tuve que enfrentarme a un prejuicio de este tipo hace un par de meses aproximadamente en la escuela. un alumno no participaba en la sala de computación y pensé que era por apatía, en un momento me le acerco y le digo que si no trabajaba no iba a tener buenas notas, me dijo que quería hacerlo pero que no sabía como. no tenía ni siquiera una cuenta de correo. me senté con él y lo que parecía desinterés era verguenza, porque además los chicos tienen verguenza de no estar familiarizado con internet y les cuesta decirlo

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